Reflexiones Generales (Año 2010)

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          En síntesis, dentro de algunas características culturales que la "globalización imperial romana" infundió en el cristianismo se destacan:



l        El Edicto de Milán en el año 313, significó la legalización del cristianismo.

l        Se puso fin a las persecuciones de los cristianos, que les llevaba incluso a la muerte.

l        Le fue posible a la Iglesia emerger por completo de su ocultamiento.

l        El ejercicio del edicto devolvió a los cristianos sus antiguos lugares de reunión y culto, así como otras propiedades, que habían sido confiscadas por las autoridades romanas y vendidas a particulares. Las iglesias cristianas pudieron poseer bienes, adorar libremente a su Dios y contribuir a la vida pública.

l        La pascua y demás celebraciones religiosas pudieron celebrarse públicamente.

l        Se abrieron nuevas vías de expansión para la fe de los cristianos.

l        Constantino dio un gran poder a los cristianos, una buena posición social y económica a su organización, concedió privilegios.

l        Los ministros cristianos fueron exonerados de la obligación de pagar impuestos,  del servicio militar y de otros servicios públicos obligatorios.

l        Constantino esperaba que los obispos fungiesen como árbitros y jueces exclusivos en los conflictos entre cristianos  y aun entre cristianos y no-cristianos. 

l        Los cristianos adquirieron el derecho a competir con los paganos en el tradicional cursus honorum para las altas magistraturas del gobierno, así como también ganaron una mayor aceptación dentro de la sociedad civil en general.

l        Las prácticas paganas siguieron vigentes en el Imperio, por lo menos durante dos siglos más; hasta su total prohibición en el año 380, con el Edicto de Tesalónica.

l        El cristianismo se convirtió en una religión imperial, en tiempos del emperador Teodosio I el Grande, mediante el Edicto de Tesalónica, promulgado en el año 380.

l        El Código teodosiano (Edicto de Tesalónica) contribuyó en gran medida al mantenimiento de la moral de las iglesias cristianas y de sus protectores imperiales.

l        Las posibilidades de ascenso económico y político fueron también motivaciones para la adherencia de muchas personas al cristianismo.

l        El mensaje de Cristo logró expandirse dentro y fuera del Imperio. Fuera del Imperio Romano, en algunas zonas en las que habían sido por regla general tolerantes con sus cristianos, fueron luego perseguidos por ser ya vistos como aliados del enemigo, como sucedió al este del Eúfrates, con los gobernantes sasánidas del Imperio persa.

l        La Iglesia que había comenzado como una secta perseguida que pretendía que se le tolerara, comenzó a exigir la aceptación de sus propias normas y credos. De perseguida llegó a ser perseguidora. El cristianismo que había comenzado como una religión gestada en la adversidad y, por lo tanto, amenazada, comenzó a expresarse en términos de poder y prosperidad.

l        Comparada con las iglesias en Oriente, la Iglesia en las provincias occidentales del Imperio, hasta el siglo IV, no había logrado un desarrollo propio y dependía en gran parte de lo que acontecía en Oriente. Es en este siglo que el Occidente Latino comienza a desarrollar vigorosamente rasgos propios y diferentes de aquellos que prevalecían en Egipto, Capadocia, Antioquia y Siria.

l        El cristianismo entró en contacto con otras culturas del Imperio, lo que se manifestó a través de la pintura, la música, la iconografía, el lenguaje, festividades, entre otros aspectos, del mundo en el cual se desarrollaba para expresar con ellas también las enseñanzas de Jesucristo, pero desde una perspectiva cristiana y con nuevos significados (Por ejemplo, palabras tales como pagano, politeísmo, metropolitano, basílica, Sumo Pontífice, Santísima Trinidad, Logos, etc.).

l        Algunas festividades cristianas que se celebran actualmente están en contraposición a las festividades que ya se celebraban en tiempos romanos, sólo que cristianizadas para hacerlas compatibles con la nueva religión; y de ese modo desplazar todo concepto pagano.

l        Los obispos adoptaron vestimentas especiales para el culto.

l        La Iglesia tuvo necesidad de organizar sus estructuras territoriales, con vista a la acción pastoral en un mundo que se cristianizaba con rapidez.

l        La Iglesia tomó las estructuras administrativas del Imperio como norma de su propia organización. La circunscripción civil más clásica, la provincia, sirvió de modelo a la provincia eclesiástica.

l        Con el exorcismo, los dioses (demonios) eran removidos del cuerpo de los poseídos por el poder victorioso de Cristo. Ahora eran removidos bruscamente de los templos y la señal de la cruz sería esculpida en las puertas de entrada indicando con ello que el templo había sido re-tomado por Cristo.

l        A partir del siglo IV, tanto los cristianos como los no cristianos compartieron una cultura pública. Ejemplos de este tipo de cultura son los calendarios (Calendario del 354), en éstos se encuentran elementos romanos y cristianos.

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