Reflexiones Generales (Año 2010)

En síntesis.

          La teología greco oriental se puede caracterizar de la siguiente manera:

l        La unión de Cristo con los seres humanos es, ante todo, una divinización óntica.

l        Esta unión es posible por el contacto físico que se establece entre Dios y los seres humanos por medio de la encarnación.

l        Las acciones morales individuales tienen como fundamento la acción divinizadora de Dios por medio de Cristo.

l        Toda acción divinizadora de Dios es fruto de la unión en Cristo de lo divino con lo humano, lo que aconteció por medio de la in-habitación de las personas divinas en el ser humano.

l        El ámbito de influencia de Cristo es cósmico y universal.

l        Se caracteriza por una teología apofática o contemplación mística, aunque reconoce a la teología catafática como vía teológica posible para acceder a Dios (Codina, 1998, pp 33-36).

−      “Por “teología apofática” se entiende aquella vía teológica que procede por medio de negaciones, negándose progresivamente a referir a Dios los atributos sacados del mundo sensible e inteligible, a fin de acercarse a Dios -que está más allá de todas las cosas creadas y de todos los conocimientos relativos a ellas-, trascendiendo todo conocimiento y todo concepto” (Apofatismo, s.f.).

−      “La postura apofática, por otro lado, enfatiza el misterio inefable e inabarcable de Dios. Valora la experiencia de Dios por sobre el conocimiento. Puesto que Dios es el Dios siempre mayor, tan plenamente distinto de toda la creación, la mejor forma de conocer la divinidad es mediante la negación y la eliminación. Al hablar de Dios, por ejemplo, es más apropiado decir “qué  no es Dios” en lugar de “qué es Dios”. Usar conceptos e imágenes para presentar a Dios conduce fácilmente a la idolatría, a la veneración de un Dios falso creado a nuestra imagen y semejanza” (Dimarco, 2009).

            En lo que concierne a la Iglesia, la teología greco oriental establece los siguientes aspectos:

l        Resalta su aspecto esponsal.

l        Cristo es el esposo, la Iglesia la esposa cuya misión es la de ofrecer a toda la humanidad la posibilidad de entrar en contacto con Cristo para así lograr la divinización.

l        La Iglesia debe presentarse ante Cristo cual virgen casta, para que por medio de su colaboración pasiva el esposo pueda engendrar hijos puros en toda la humanidad.

l        La Iglesia no siempre es una esposa fiel, por causa de las acciones de algunos de sus miembros, por ello puede caer en el adulterio generando hijos de la corrupción, pero el amor del esposo prevalece sobre la debilidad humana.

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