LA CONTROVERSIA SEPÚLVEDA-LAS CASAS
Posición de Ginés de Sepúlveda |
Posición de Bartolomé de Las Casas |
1) Los habitantes de la Tierra bíblica de promisión, antes de establecerse en ella los israelitas, fueron castigados por haber cometido idolatrías y sacrificios humanos.
2) Las palabras de Dios en el evangelio de San Lucas (cap.XIV,v.23) han de entenderse como compulsión física y corporal.
3) San Agustín aprueba que se coaccione a los paganos, y no sólo a los herejes, si bien esto ha de hacerse para apartarlos de la idolatría y predicarles la fe cristiana, no para obligarles a creer en ésta.
4) El Papa San Silvestre, cuando convirtió y bautizó a Constantino, exhortó a éste a que castigase la idolatría con pena de muerte y pérdida de bienes.
5) Las palabras de San Pablo en la Epístola I a los Corintios han de interpretarse como potestad de las iglesias y del Papa para predicar a los infieles, subordinando a dicho poder espiritual todas las cuestiones temporales.
6) El poder y potestad que Cristo transmitió a San Pedro y a sus sucesores se extiende a los fieles.
7 Los canonistas enseñan que sólo por no guardar la Ley natural, o por ser idólatras, pueden los gentiles ser castigados.
8) Los indios eran realmente bárbaros por no vivir conforme a la razón natural y tener muchas costumbres, públicamente aprobadas entre ellos mismos.
9) Aunque la guerra irrita a los indios no por ello debe dejar de hacerse, pues la guerra sirve para preparar la predicación evangélica, y no debe confundirse nunca con ésta, labor tan sólo de frailes y misioneros pacíficos y de vida ejemplar.
10) El Papa tiene mandamiento y poder para predicar el evangelio por todo el mundo, y en consecuencia tiene también potestad para forzar y obligar a oír tal predicación.
11) No es verdad que las guerras a los indios traigan mayores males que sus prácticas idolátricas y de sacrificios humanos, pues sólo en la Nueva España morían sacrificados más de 20.000 inocentes al año, según los viajeros de tales regiones.
12) En la intención de donación pontificia de Alejandro VI en 1493 entraba el ceder a los Reyes Católicos el dominio sobre aquellas tierras y sus habitantes, a fin de que tras el dominio político se facilitase la predicación evangélica.
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Para Ginés de Sepúlveda hay pueblos cuya condición natural los pone en situación de obedecer a otros; y si rehúsan este imperio y se han agotado todos los medios pacíficos para someterlos a él, la obligación de los cristianos es sojuzgarlos por las armas. |
Las Casas interpreta como de pueblos bárbaros, distinguiendo cuatro grupos:
1) bárbaros en sentido propio, los hombres crueles e inhumanos que Aristóteles llama fieras.
2) los bárbaros porque no hablan el idioma de otro pueblo.
3) los de mala inclinación o definición congénita, incapaces de gobernarse a sí mismos.
4) Y los no cristianos.
Según Las Casas:
Ginés de Sepúlveda falseó la doctrina de Aristóteles al reconocer como bárbaros sólo a los de mala inclinación o definición congénita, que Aristóteles suponía de escaso número,
por lo que no podía aplicarse a los indios americanos, que eran muchísimos;
además la naturaleza tiende a engendrar lo mejor,
por lo que repugna encontrarnos con una raza o nación entera en estado de barbarie.
Las Casas prefería el evangelio a Aristóteles, y por eso proponía que tales bárbaros sean atraídos mansamente.
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Para Ginés de Sepúlveda los indios americanos estaban en un estado de atraso que requería tutela, mientras.
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Las Casas considera a los indios incluso más adelantados que los cristianos. |
Ginés de Sepúlveda considera atentado contra la naturaleza devorar carne humana, e injusta la idolatría.
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Las Casas añadía que para castigar dichos males se necesita jurisdicción sobre los indios americanos, y los reyes de Castilla no la tenían.
Los indios no eran por tanto súbditos, y sólo admite que fueran sometidos los herejes.
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Ginés de Sepúlveda defendía intervención bélica para proteger a los inocentes de la idolatría, y evitar la antropofagia y la inmolación de víctimas.
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Las Casas no tiene objeciones contra esos fines, pero opina que no son delitos que justifiquen el uso de la guerra.
Y recordaba que inmolaban víctimas humanas por motivos religiosos, como la inmolación de Isaac que Dios impuso a Abrahán, sacrificio que era común en muchas religiones.
Un cambio de religión no puede imponerse por la fuerza, y estamos obligados a ofrecer a Dios lo que nos parezca más importante.
Ni la antropofagia ni el sacrificio de víctimas humanas constituyen pues causa justa de hacer la guerra a los indios americanos.
El culto idolátrico es abominable, pero los indios americanos sacrificaban víctimas humanas a divinidades que creían verdaderas.
La idolatría se desarraigaba pues mejor con la predicación acompañada de buenos ejemplos.
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Sepúlveda consideraba que con la intervención bélica se abre camino a la predicación y se facilita la tarea de los misioneros; aceptando la autoridad de San Agustín, que había autorizado compulsión violenta en la predicación del evangelio.
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Pero Las Casas añade que San Agustín se refería a los herejes, con los que la Iglesia tiene jurisdicción. Y como los indios americanos eran paganos respecto al cristianismo, había que tratarles como infieles, y no como herejes. |
Ginés de Sepúlveda fue pues defensor del imperialismo nacionalista.
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Las Casas fue el defensor del universalismo cristiano. |
Ambos coincidieron en suponer capacidad racional al indio:
Ginés de Sepúlveda con imposibilidad de autogobernarse.
Ginés de Sepúlveda justificando que los más perfectos rijan a los menos perfectos;
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Ambos coincidieron en suponer capacidad racional al indio:
Las Casas con capacidad de autogobierno.
Las Casas dando prioridad a su defensa del indio. |