*** Segundo bloque de lecturas
Pregunta 1: ¿Pueden considerarse las prácticas religiosas como manifestaciones culturales? ¿En qué sentido?
Respuesta 1: de William Calderon Chaves
- domingo, 30 de septiembre de 2012, 21:19
Gurdián-Fernández (2007) indica que:
El sujeto-persona actúa y construye en el mundo donde vive: el mundo de la vida, que es la fuente que origina y rige el modo general de conocer, propio de un determinado período histórico-cultural ubicado dentro de una geografía específica.
En síntesis, consiste en el modo propio y peculiar, que tengo yo -COMO PERSONA- para asignar significados a las cosas y a los eventos, es decir, es la capacidad y forma que tengo YO-PERSONA para simbolizar la realidad.
En toda actividad de nuestra vida cotidiana emitimos un conjunto de respuestas hacia el contexto donde actuamos. Dichas respuestas están condicionadas por nuestro propio sello paradigmático, el cual se activa para dar respuesta a cada situación en particular. Este es el modo propio y particular que yo tengo COMO PERSONA para asignar significados a las cosas, es la capacidad y forma que tengo YO-PERSONA para simbolizar la realidad.
Esta capacidad de simbolizar la realidad está compuesta por un sistema de formas de pensar, generalmente inconsciente, que constituye "la vida misma" y "el modo de ser" y que da origen a una cosmovisión, a una mentalidad e ideología específicas, a un paradigma, a cierto grupo de teorías y, en última instancia, a métodos y a técnicas apropiadas para investigar la naturaleza de una realidad-realidades, ya sea natural, social o educativa (p.114).
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Pregunta 1: ¿Pueden considerarse las prácticas religiosas como manifestaciones culturales? ¿En qué sentido?
Respuesta 2: de William Calderon Chaves - domingo, 30 de septiembre de 2012, 21:52
La señalada diferenciación entre una cultura de carácter objetivante y cuyo patrón tendencialmente lleva a reducir a “objetos” todas las formas de pensamiento y de relación humana, coincide con cierta resistencia y revaloración del fenómeno religioso que de alguna manera sale por sus fueros, desde lo que se ha denominado el paso a religión de “experiencias”, más que de creencias. El ámbito religioso aparece culturalmente como un campo de batalla en el cual un rebrote de múltiples formas de espiritualidad buscan legitimarse en contraste con el debilitamiento de las formas institucionalizadas y fuertemente públicas de las iglesias tradicionales….
Son las realidades culturales mismas contenidas en lo religioso (sus significados o contenidos) las que condicionarán su aporte en la forma de leer la vida; la importancia que tiene como abastecedor de sentido global de la existencia social de los pueblos y las personas (Núñez, 2011, pp.63-64).
*** Segundo bloque de lecturas
Pregunta 1: ¿Pueden considerarse las prácticas religiosas como manifestaciones culturales? ¿En qué sentido?
Respuesta 3: de William Calderon Chaves - domingo, 30 de septiembre de 2012, 22:00
El fenómeno religioso se mueve como hecho antropológico, mítico, social, psicológico y lingüístico. Las conclusiones a las que se lleguen conservarán un carácter provisional y la aproximación deberá ser inclusiva de aquellos aspectos esenciales que den cuenta del fenómeno en sí.
El fenómeno religioso participa de una realidad cultural que no puede separarse de otros ámbitos centrales de la vida social (la economía, por ejemplo). Ello supone que un cambio en cualquier economía local (producto de políticas globales) repercutirá en las realidades locales y viceversa, cualquier cambio en lo religioso repercutirá en ámbitos económicos, políticos, sociales, etcétera.
Rodríguez (1988), citado por Núñez (2011), señala la importancia del análisis de la sociología de la religión que asume las funciones antropológicas de las manifestaciones religiosas.
Destacan tres elementos constitutivos del fenómeno religioso (lingüístico y cultural) como supuestos de la realidad religiosa. Primero, es motivante producir un eje de interpretación sobre el origen histórico-simbólico de lo religioso de origen materialista (concepto de la religión como “suspiro” de la criatura oprimida). Segundo eje (paralelo) es de carácter coyuntural, apela a la experiencia religiosa en un contexto económico marcado por la mercantilización de las relaciones humanas. Tercer eje (meridiano), el vínculo local-global, referido a la naturaleza y a la dinámica del cambio cultural que experimenta lo religioso en Centroamérica como lugar donde acontece un cambio cultural que desplaza una religión de creencias por una religión de experiencias (Núñez, 2011, pp. 56-59).
Referencias bibliográficas
Gurdián-Fernández, Alicia (2007). El Paradigma Cualitativo en la Investigación Socio-Educativa (p. 114). San José, Costa Rica: Colección: Investigación y Desarrollo Educativo Regional (IDER).
Núñez Picado, Dagoberto (2011). El fenómeno religioso: abordaje desde una
perspectiva teológico-holista. Revista Rupturas 1(1), San José, julio, 2011.
ISSN 2215-2466 pp. 54-82.